Asiste a una de sus catas de vinos del Empordà y la Costa Brava y verás a qué me refiero: ella no solo sirve vino, sino que abre mentes. Erika transformará tu forma de pensar sobre el vino, la cultura y las relaciones. Me sorprende su profundo conocimiento y su capacidad para compartirlo con tanta naturalidad tanto con amigos como con clientes. Tiene una certificación global de nivel 3 de la Wine, Spirits, and Educational Trust (WSET) y le encanta contar las historias que hay detrás de un vino: dónde se elaboró, de qué clima procede, qué decisiones tomó el enólogo y cómo todo ello influye en lo que degustamos. Erika pasó más de veinticinco años trabajando en países frágiles y zonas afectadas por conflictos en todo el mundo, diseñando estrategias para prevenir conflictos, mitigar crisis, estimular el crecimiento económico, mejorar las relaciones entre los ciudadanos y el gobierno, fomentar la cooperación étnica y religiosa, alentar el retorno de los desplazados internos y catalizar la desmovilización y reintegración de los excombatientes. Durante esos años, trabajó y vivió en Estados Unidos, Asia, África y Europa, dirigiendo equipos y diseñando programas centrados en la construcción del Estado, la mejora de los resultados de la gobernanza y la mitigación de crisis.